Obligar a los niños a comer puede provocarles sobrepeso
Muchas veces los niños intentan no comer
debido
a que lo que sus papás les preparan no les agrada.
En realidad, pocas veces los niños
prefieren las verduras y comidas saludables
sobre los dulces y galletas,
por ello es importante saber cómo alimentarlos.
Muchos padres obligan a sus hijos
a terminar con
todo lo que tienen
en el plato de comida,
pero se ha descubierto que esta
práctica puede ser de riesgo,
pues podría llevar a los infantes
a la obesidad.
La investigación que respalda esta información fue
llevada a cabo en la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos y fue
publicada por la revista Pediatrics. Este hábito de los padres es más común de
lo que se piensa y puede llegar a perjudicar la forma en que estos niños coman en
la adolescencia y adultez.
Obligar a los niños a comer
cuando han saciado su
hambre
les dificulta aprender
cuánto alimento necesitan.
Para lograr tener todos los datos necesarios para
asegurar esto, los investigadores combinaron datos de dos estudios distintos
que se realizaron a la población en ese país. En total, ambos estudios contenía
los datos de cerca de seis mil 500 personas, entre adolescentes y padres de
familia.
Cuando se cruzó la información que arrojaron
dichos estudios, se encontró que el enfoque que los padres den a la alimentación
influye de manera directa sobre el peso de los adolescentes.
Se encontró que entre el 30 y 40 por ciento de los
padres incitaban a comer hasta dejar el plato vacío, a pesar de que los
hijos ya no tuvieran hambre. Este tipo de comportamientos presionan a
los individuos con y sin sobrepeso.
También se encontró que, a pesar de lo que se
piensa, los padres son más propensos a presionar a los hijos a comer que
las madres. Los adolescentes hombres también son presionados más que las
adolescentes mujeres de la misma edad.
Este tipo de presión para comer puede
llegar a inhibir la capacidad de un niño para responder a su propia hambre, en
vez de eso, se alimenta con las señales de su entorno, lo cual puede
llevarlos a un aumento de peso poco saludable.
También se encontró que la restricción de alimentos específicos
puede generar mayor interés en consumirlo, un ejemplo son los dulces. Cuando se
le prohíbe a un niño comer dulces tendrá mayor deseo de consumirlos y
cuando tenga oportunidad los comerá en exceso.
Es importante que los padres aprendan a cuidar el
peso de sus hijos y conozcan las prácticas alimenticias sanas, así como
las porciones adecuadas para que coma un niño, en lugar de
pensar que se debe dejar un plato vacío y olvidarse de la confitería.
Existen maneras para que un niño
vaya con alegría
a la mesa.
La forma más sencilla de
lograrlo
es presentarle la comida en forma divertida
y comer en
familia de manera regular.
Esto puede
contribuir
a una mejor disposición para la alimentación.
Conocer las necesidades alimenticias es
vital para poder proporcionar una alimentación sana y balanceada, de esta
forma se tienen las armas necesarias para luchar contra la obesidad, diabetes y
problemas cardiovasculares.
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